La Inteligencia Artificial ética, apolítica y muy europea

Adrian Gonzalez Sanchez
4 min readJan 6, 2022
Presupuestos Generales del Estado 2022 — Fuente: Gobierno de España

Terminamos el año con la noticia de la creación de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial, con una partida de 5 millones de euros anunciada en los recientemente anunciados Presupuestos Generales del Estado 2022. Esta agencia fue una propuesta de Más País, la cual fue aceptada por el gobierno español, y que en realidad está muy en línea con la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) propuesta por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA), como parte del Ministerio de Asuntos económicos y Transformación Digital.

Para entender el por qué de esta iniciativa, debemos recordar el contexto europeo de los datos y de la inteligencia artificial. Tradicionalmente, el enfoque de la Unión Europea ha sido mucho más favorable a la regulación que el resto de potencias mundiales (como demuestran las leyes de privacidad de datos que tienden a proteger los datos de las personas, y que tantos dolores de cabeza han dado a las empresas de innovación norteamericanas). La IA no ha sido una excepción, y en abril de 2021, la Comisión Europea anunció la propuesta de ley de inteligencia artificial (IA Act), la cual incluye una detallada descripción de los niveles de riesgo para aplicaciones que utilicen dichas tecnologías. Esto es una novedad a nivel mundial, muy necesaria y que a buen seguro obligará a otras regiones del mundo a adoptar un enfoque parecido en torno a la IA ética y responsable. UNESCO o UNICEF también se han pronunciado en torno a la IA.

En este caso, lo que la Agencia Española de Supervisión de la IA pretende — de manera pionera y proactiva — es implementar mecanismos para lograr aplicar dichos niveles de riesgo y regulación a la realidad del día a día. Es decir, España se posiciona como campo de pruebas europeo para la inteligencia artificial, y la auditoría de los algoritmos. Si bien esta agencia no podrá obligar a las empresas a actuar de manera responsable, se espera que al menos sirva para dar visibilidad a casos negativos antes de que haya consecuencias negativas para las personas (como el trato desigual y discriminatorio de Amazon hacia las mujeres en los procesos de contratación, o los sistemas de reconocimiento facial que tantas críticas han recibido por su utilización poco ética por parte de la policía estadounidense).

Dicho esto, parece difícil imaginar que alguien pueda estar en desacuerdo con la idea de garantizar la implementación adecuada de la inteligencia artificial, y más aún con la posibilidad de ser pioneros en un campo tan prometedor como relevante, y que nos permita tomar una posición de prestigio en el tablero europeo. Sin embargo, lo que en teoría es una buena noticia para seguir posicionando a España en el mundo de la inteligencia artificial (IA), en una industria muy prometedora y con una inversión significativa, no ha estado exenta de polémica en las discusiones virtuales en redes sociales y medios online.

Entre otras quejas, algunos — no muy numerosos — detractores han denominado esta nueva agencia como “nuevo chiringuito”, insuficiente, vigilante en exceso, o incluso con una misión solapada con la existente Agencia Española de Protección de Datos (lo cual no es necesariamente cierto, pero esa es discusión para otro momento). Posiblemente sea necesario explicar de manera simplificada por qué esta nueva entidad va a ser muy necesaria, y por qué la creación de una agencia independiente es la mejor manera para aislarla de los cambios de ciclo políticos (tal como un servidor ha visto en las iniciativas públicas de IA en Canadá). Lo interesante es que, por una vez, no ha habido demasiado debate o incluso desacuerdo a nivel político, por lo que se podría entender esta iniciativa como algo apoyado — o como poco aceptado — por todos los actores del espectro político, y en realidad muy positivo para los intereses del país y de sus ciudadanos.

En resumen, parece que la IA es uno de los pocos temas que en este nuestro país no es ni de izquierdas ni de derechas, y que esta agencia es una iniciativa pro-europea y altamente necesaria. Ahora queda por ver la ejecución de dicha agencia en 2022, pero sobre hace falta un trabajo de comunicación simple y directa para explicar a la ciudadanía lo que los expertos IA de todo el mundo (incluidos los españoles) saben: que este tipo de iniciativas van a ser claves para evitar riesgos en todo el mundo, y que la IA no puede ser auto-regulada.

Pues eso, una IA ética, apolítica y muy europea.

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